Hace poco tuve la suerte de descubrir un rincón verdaderamente mágico en Lanzarote: la Playa de la Cantería, en Órzola. Si estás buscando un lugar donde desconectar del mundo y reconectar con la naturaleza, este es el sitio perfecto. Quiero compartir contigo mi experiencia en este paraíso escondido, para que te animes a explorarlo por ti mismo.
Un refugio escondido al norte de Lanzarote
Desde el momento en que puse un pie en la Playa de la Cantería, supe qué había encontrado un lugar especial. Esta playa se encuentra al norte de Lanzarote, muy cerca del coqueto pueblo pesquero de Órzola. Llegar hasta aquí es ya toda una aventura, con una carretera que serpentea entre paisajes volcánicos hasta que, de repente, te topas con la vista de un mar bravía bajo la atenta mirada de los riscos del Morro del Majo. Esta es una imagen que te deja sin aliento.
La playa cuenta con una extensión de 300 metros de longitud, de arena fina cuando baja la marea que invita a caminar descalzo, sentir la suavidad bajo los pies y disfrutar del sonido del mar. Aquí la tranquilidad se respira se hace palpable en cada latido. La naturaleza en la Playa de la Cantería se muestra en su estado más puro: el mar, las rocas, los escarpes rocosos. No hay nada que interfiera con esa conexión, porque, afortunadamente, la Cantería sigue siendo un lugar virgen, sin chiringuitos ni grandes multitudes.
Aventuras para todos los gustos
Si eres como yo, que disfrutas explorando cada rincón, la Playa de la Cantería no te decepcionará. Justo a la izquierda de la playa hay un saliente rocoso que, dependiendo de la marea, puedes cruzar para descubrir una zona más aislada, con cuevas escondidas y una playa que parece sacada de una película. La primera vez que lo hice, me sentí como si estuviera explorando un territorio inexplorado, un lugar que pocos conocen y que ahora formaba parte de mis secretos.
Además, si te gusta el deporte y las actividades al aire libre, este lugar es un auténtico paraíso. Las aguas cristalinas son perfectas para hacer snorkel; basta con llevar tu equipo para descubrir un fondo marino lleno de vida. La primera vez que me adentré en el agua, quedé maravillado con la claridad y gran biodiversidad que pude ver.
Y si prefieres algo más dinámico, te sugiero que traigas un kayak o una tabla de paddle surf. Remar en estas aguas, con la vista puesta en los acantilados y la isla de La Graciosa al fondo, es una experiencia que no olvidarás. Eso sí, asegúrate de planificar bien tu salida, revisando las condiciones del viento y las olas, porque aunque el mar puede ser un aliado, también es impredecible.
La magia de la Cueva de Órzola
Pero quizás lo más increíble que descubrí en la Playa de la Cantería es un rincón que pocos conocen: la Cueva de Órzola. Imagina una pequeña playa escondida entre paredes rocosas, a la que solo se puede acceder cuando la marea está baja. Llegar hasta allí no es fácil, pero te aseguro que el esfuerzo vale la pena. Al estar frente a ese lugar, con el sonido del mar resonando entre las rocas y sin nadie más alrededor, sentí que había encontrado uno de esos lugares que parecen sacados de una película de náufragos.
Para llegar, debes dirigirte a la izquierda de la playa y buscar una formación rocosa que parece un muro natural. Desde allí, un pequeño sendero te llevará hasta la cueva. La primera vez que lo hice, el corazón me latía rápido, no solo por la emoción del descubrimiento, sino por la belleza salvaje del lugar. Eso sí, te recomiendo que tengas cuidado, especialmente si la marea está subiendo o si el oleaje es fuerte. No es un lugar para bañarse, pero la vista y la sensación de estar en un lugar tan oculto son inolvidables.
Un día completo en Órzola
Después de un día de exploración y aventura en la Playa de la Cantería, nada mejor que acercarse al pueblo de Órzola. Este pequeño rincón marinero es conocido por ser el puerto de enlace con La Graciosa, pero te aseguro que tiene mucho más que ofrecer. Aquí, los restaurantes son acogedores, y la comida es espectacular. ¿Qué mejor manera de cerrar el día que con un plato de pescado fresco, recién salido del mar? Mis favoritos son el bocinegro y las lapas con mojo, que saben aún mejor después de un día al aire libre.
Órzola es un lugar que guarda la esencia de Lanzarote: paisajes volcánicos, playas salvajes y una conexión inquebrantable con el mar. Te animo a que lo descubras por ti mismo. Sea para surfear sus olas, explorar sus cuevas o simplemente relajarte bajo el sol, la Playa de la Cantería te espera con los brazos abiertos.
¡Anímate a descubrirlo y déjate conquistar por la magia de Órzola!
