La costa suroeste de Lanzarote, custodiada por la imponente Montaña Bermeja, esconde entre sus rocas un tesoro que cautiva a los pocos aventureros que se aventuran a explorar este remoto rincón de la isla. Más allá de ser simplemente una playa, Montaña Bermeja se erige como un santuario volcánico, un lugar donde los misterios de la naturaleza se entrelazan con la fuerza insondable del mar.
La playa de Montaña Bermeja: Un refugio encantado
La playa de Montaña Bermeja, ubicada en el pintoresco municipio de Yaiza, se extiende con una longitud de aproximadamente 455 metros y una anchura de unos 70 metros. La arena negra y la grava, características de las costas volcánicas, componen su orilla, creando un paisaje distintivo y cautivador.
Sin embargo, a diferencia de las playas convencionales, aquí no encontrarás servicios de aseos, duchas o papeleras. Tampoco se ofrecen servicios de alquiler de hamacas, sombrillas o equipos náuticos. Es importante tener en cuenta estas limitaciones al planificar la visita a Montaña Bermeja.
Los pocos visitantes que se aventuran a poner un pie en la arena negra de Montaña Bermeja lo hacen con pasos reverentes, conscientes del espectáculo majestuoso que se despliega ante sus ojos. Como exploradores en un mundo desconocido, cada paso revela un paisaje que desafía tanto la lógica como la imaginación.
La costa escarpada, moldeada por las erupciones volcánicas de Timanfaya, sirve como telón de fondo para la danza perpetua entre el mar y el fuego. Los relieves de malpaís, testigos mudos de la furia de la naturaleza, ofrecen un espectáculo magnético e inquietante que invita al visitante a reflexionar sobre la fragilidad y la fuerza de la naturaleza.
Aventura y descubrimiento
A diferencia de las concurridas playas vecinas, Montaña Bermeja se presenta como un refugio para aquellos que buscan la autenticidad, aquellos que prefieren la soledad del paisaje salvaje al bullicio de las multitudes. Aquí, cada rincón es un mirador privilegiado que ofrece vistas impresionantes del litoral volcánico y del horizonte infinito del océano.
Es crucial recordar que, aunque tentadora, la opción de bañarse en estas aguas impetuosas debe descartarse completamente a las personas sin experiencia. La zona se caracteriza por sus corrientes traicioneras.
Más que una playa: un refugio natural
Montaña Bermeja es mucho más que una simple playa; es un refugio natural donde la vida se entrelaza en un ciclo eterno de renovación y transformación.
Los colores vibrantes del entorno, desde el rojo intenso de Montaña Bermeja hasta el azul profundo del océano, ofrecen un festín visual que cautiva los sentidos del viajero. Cada rincón de este refugio natural esconde secretos ancestrales y misterios por descubrir, convirtiendo cada visita en una aventura inolvidable.
Más allá de la playa de Montaña Bermeja
La playa de Montaña Bermeja emerge como un punto clave dentro de la fascinante ruta turística que engloba las Salinas de Janubio, Los Hervideros y el Charco de los Clicos. Esta ubicación estratégica convierte a la playa de Montaña Bermeja en el epicentro de una experiencia multidimensional que no solo te permite sumergirte en la riqueza natural y cultural de Lanzarote sino también te brinda la oportunidad de explorar una amplia gama de paisajes y atracciones únicas en un solo viaje.
Cada parada en este recorrido, desde las impresionantes salinas que han sido parte integral de la economía y la identidad de la isla durante siglos, hasta los fascinantes colores del Charco de los Clicos, promete sorprender y maravillar al viajero.
Además, la ubicación estratégica de la playa de Montaña Bermeja facilita la planificación de itinerarios personalizados y la combinación de actividades complementarias. Puedes aprovechar al máximo tu tiempo en la zona al encadenar visitas a Montaña Bermeja con otros rincones cercanos, como excursiones en barco por la costa, paseos en bicicleta por los senderos cercanos o incluso experiencias gastronómicas en los restaurantes de El Golfo.
Surfear en la Playa de Montaña Bermeja
La costa de Montaña Bermeja es conocida por albergar una impresionante ola de derechas que atrae a surfistas experimentados de todo el mundo. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que esta playa, aunque ofrece una experiencia de surf emocionante, presenta desafíos significativos que no deben subestimarse.
La costa de Montaña Bermeja es un lugar estrecho y compacto, rodeado por fuertes corrientes y un fondo rocoso de origen volcánico. Estas características convierten a esta playa en un entorno exigente y poco indulgente, especialmente para aquellos que están dando sus primeros pasos en el deporte del surf.
Es importante resaltar que Montaña Bermeja no es recomendada para surfistas principiantes debido a su naturaleza desafiante y las condiciones variables que pueden surgir. Las corrientes marinas son impredecibles y pueden representar un riesgo considerable para aquellos que no están familiarizados con la dinámica del océano.
La ola en Montaña Bermeja alcanza su máximo potencial durante la marea baja, cuando las condiciones son más favorables para su formación. Sin embargo, incluso en estos momentos, la fuerza del mar puede ser imponente y peligrosa si no se aborda con precaución y experiencia.