
El mundo está repleto de maravillas naturales que desafían nuestra comprensión y nos asombran con su belleza única. En Lanzarote se encuentra una de esas maravillas: el Charco de los Clicos, también conocido con los nombres de Charco Verde y Laguna Verde.
Este lugar emblemático es un testimonio impresionante de la madre naturaleza. Aquí un charco de intenso color verde, situado en el corazón de un cráter volcánico, roba el protagonismo al bravío Atlántico. Además la laguna queda resaltada por la armoniosa morfología y colorido de los distintos elementos geológicos que la acompañan
Para comprender plenamente el Charco de los Clicos, es fundamental adentrarse en su historia geológica. Lanzarote es una isla de origen volcánico, y su paisaje, que parece sacado de un cuento de hadas, está marcado por numerosos cráteres y formaciones rocosas que resultaron de erupciones volcánicas pasadas. El Charco de los Clicos se encuentra en un cráter volcánico semi-sumergido, lo que lo hace excepcionalmente especial.
El Charco de los Clicos, es una charca costera hipersalina de color verde que ocupa la trasplaya del Golfo. Constituye una extensa laguna que se encuentra en el fondo del cráter de La Montaña del Golfo. Esta laguna tiene una longitud de poco más de 200 metros y alcanza su mayor anchura a lo largo de unos 50 metros. Está separada del mar por una barrera de arena negra, pero está conectada al mar a través de canales subterráneos por la cual el agua se filtra diariamente con el movimiento de las mareas.
Sin embargo, la cantidad de agua infiltrada no es suficiente para seguir el ritmo y la amplitud de las mareas. Como resultado se forma una charca cuyas aguas cuentan con un mayor grado de salinidad en comparación con el océano.

La superficie de la Laguna Verde es de 7700 m2 y su volumen de 17700 m3. La profundidad máxima es de 3.5 metros en el centro.
La Laguna Verde del Golfo, también conocida como Charca de Los Clicos, se ubica al oeste de la isla de Lanzarote, justo en los límites exteriores del Parque Nacional de Timanfaya, dentro del Parque natural de Los Volcanes. Pertenece al municipio de Yaiza.
El nombre «Clicos» proviene de unas pequeñas almejitas que solían habitar en su interior hace muchos años y que eran conocidas por su delicioso sabor. Estos diminutos bivalvos desaparecieron en el pasado, según se cuenta, debido a la introducción de tortugas en sus aguas.

Algunas guías turísticas y tratados generales sobre Lanzarote suelen referirse a esta laguna como «La Laguna Verde», un nombre que refleja la tendencia a utilizar nombres más elegantes que ha prevalecido en la isla con la llegada del turismo.
Lo que hace que el Charco de los Clicos sea verdaderamente único es su agua verde intensa, un color que contrasta de manera sorprendente con el paisaje volcánico circundante.
Este característico tono verde de las aguas de la laguna se debe a la proliferación y la presencia de microorganismos llamados fitoplancton y otras algas microscópicas. En la laguna se encuentran tanto dinoflagelados como diatomeas y fanerógamas acuáticas como la Ruppia maritima, que tiñen el agua de verde, creando un espectáculo visual impresionante que parece salido de otro mundo.
La rica biodiversidad del Charco de los Clicos
A pesar de su alta salinidad y tener un entorno aparentemente hostil, el Charco de los Clicos alberga una rica biodiversidad. Las condiciones únicas del agua y el entorno volcánico han dado lugar a una serie de especies adaptadas a este ecosistema singular.
Los científicos han descubierto que el agua del Charco de los Clicos tiene una alta salinidad y un pH extremadamente ácido, lo que lo convierte en un hábitat desafiante para muchas formas de vida. Sin embargo, a pesar de estas condiciones extremas, se han encontrado pequeñas poblaciones de invertebrados, algunos pequeños peces de la familia de los góbidos y plantas acuáticas únicas que han evolucionado para sobrevivir en este entorno inhóspito.

Conservación y protección del charco de los Clicos
Quién haya visitado la Laguna Verde hace unos años seguro que se ha percatado que ahora ésta es más pequeña. Por ello y dada su fragilidad y singularidad, el Charco de los Clicos ha sido objeto de medidas de conservación para protegerlo de la degradación causada por la actividad humana. Se han establecido senderos y miradores que permiten a los visitantes admirar este fenómeno natural sin perturbar su delicado equilibrio ecológico. Es esencial que los visitantes sigan las pautas de conservación y respeten este lugar asombroso para garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de su belleza.
Además, hay que recordar que la Ley de Espacios Naturales Protegidos prohíbe la recolección de minerales y de rocas. El Plan Insular también sanciona la recolección libre e indiscriminada de materiales volcánicos destinados a la venta como souvenir o a colecciones.
Hay que pedir un permiso especial a Medio Ambiente para extraer muestras.
El Charco de los Clicos en el cine

El contraste entre el agua verde y el terreno negro y rocoso del cráter es verdaderamente impactante. Esta circunstancia lo han sabido aprovechar diferentes directores de cine para crear mundos de ensueño, haciendo que este idílico lugar se convierta en un territorio hostil y peligroso. En 1966 se rodó “Hace un millón de años” y Raquel Welch, salió, esplendorosa, de las aguas de la Laguna Verde. En “Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra” de 1970 el Charco de los Clicos vuelve ha aparecer en una película. Casi dos décadas más tarde, en 1987, Claes Fellbom filmó Aida, una adaptación de la ópera de Giuseppe Verdi, en Lanzarote, y el Charco de los Clicos tuvo un protagonismo destacado en la película. Almodovar en su película “Los abrazos rotos” también fijó su especial mirada en este espectacular paisaje.